miércoles, 2 de abril de 2008

METAMORFOSIS DE BILBAO

POEMA A MI BILBAO
Mikel Orrantia Diez –Tar. Burdiña, Set.-Oct. 2006

Te miro, Bilbao, desde tu mar y te penetro.
Ría arriba, entre fabricas y pueblos.
Unidos a tu dinamismo urbano en sus destinos
Y, al entrar en ti, me veo, joven;
aprendiz del vivir por cuenta propia.
Recorriendo tus calles con amigos,
que perdí azaroso entre los dedos, de mi vida.

Hoy vivo otro Bilbao.
Cercado como estuvo tantos siglos,
por las gentes del campo y de los montes de Bizkaia,
que temieron perderse en tu crecer,
y perder su ser en el empeño.
Nunca vieron Bilbao como algo suyo.
Hoy, Bilbao, les ha robado el alma,
al darles un futuro de promesas
que comparten, ciudad, tierra, y sus gentes respectivas,
unidos sus destinos para siempre

Salí a mirar Bilbao desde los altos balcones de sus montes.
Que si antes de ayer fueron cerco de trincheras,
Hoy, oxigenan su calles y avenidas.
Subí a sus balcones de montañas, para mirarle como le vio Bizkaia.
Y encontré un Moloch, creciendo, inmenso.
Un Dios de Poder y de Dinero,
que devoro sus tierras, sus culturas, a sus mujeres y a sus hombres.
Dando la espalda al mar, a su Ría, a la Naturaleza…
Sus gentes ya no sienten pasar las estaciones.
Ni ven crecer las flores de sus campos.
Ni anidar al tximbo en los aleros de sus casas.
Ni ven envejecer los árboles que tan de cerca les rodean.
Su nuevo mundo es la ciudad con alma estrecha,
de vanidades, de tiempos fugitivos, que parecen eternos,
a los ojos de los nuevos ciudadanos, sin tierra.
Ni a sus gentes.
Que se van por caminos asfaltados,
sobre ruedas impulsadas por motores,
y nos dejan sin la historia de sus vidas,
Por prudencia…

Te miro, Bilbao, desde tu mar,
que te dio en buena parte lo que fuiste,
para llegar a ser, orgulloso,
lo que hoy enseñas al mundo de ti mismo.

Bilbao: Fruto del esfuerzo de unos hombres, y mujeres.
Que forjaron con su esfuerzo y ambición
Tus Empresas y tus Bancos.
De forma irreversible, te cambiaron, y a tu entorno.
…Y, a ellos y a nosotros… nos cambiaron… A todos, nos cambiaron.

Bilbao, tus gentes de hoy,
salimos de la olla del cocido de mil etnias, lenguas y culturas
De mil historias personales distintas.
Bilbaínos-Vascos de futuro: aunque quizá, aun, no lo sabemos.

Vinieron a tus tajos,
muchos de tus nuevos ciudadanos de hoy,
dejando atrás sus vientos y sus soles, sus campos y sus casas,
para luchar, buscar la vida digna,
para crecer, procrear y morir
entre tus minas, tus calles, tus forjas y tus barcos…

Aquellos que asediaron, también, con sus manos cerradas en un puño, con ira y flatos de esperanza,
tus burguesas calles y tus casas, tu Bolsa, Bancos, Fabricas…
y los añejos principios de tus lideres.
Con ideas sociales de progreso.
Estallando de ira frente al hambre…
…Y cambiaron tus formas de gobierno.
…Al mismo tiempo que se cambiaron a si mismos.
Haciéndose tus nuevos ciudadanos, cargados de futuro.

Hablo con ello, mi ciudad querida, en parte de mis gentes.
La mitad de mi sangre a quien yo quiero
Como a la otra mitad que me conforma,
En ciudadano del mundo. En vasco. De respeto.
Ya sabes, mi ciudad, lo que se dice:
se elige ser de Bilbao,
incluso sin conocer el rincón del mundo en que se nace.

Bilbao: tu metamorfosis devoro tu entorno.
Hoy resurges, cual mariposa de colores,
de aquella larva de tu historia.
De aquel Bilbao que era un Bochito,
envidia de señores y vasallos,
orgullo de tenderos e inversores,
atracción de mineros, ferrones y marinos…

Surges de nuevo ¡al fin! Bilbao para ser hoy Bizkaia entera.
Ser uno con tu tierra y las gentes que la pueblan y te aman,
Integrados en ti, para hacer entre todos el vasco cargado de futuro,
ciudadano universal al mismo tiempo,
dispuesto a ser preñado por la historia,
otra vez,
esa que viene, empujando,
sin saber a donde va, ni, ahí, de donde viene…
Algo, Bilbao de mis amores,
que tus nuevos monumentos
que dan brillo y solera mundial hoy renovada, a tus calles,
no explican por si solos a sus gentes,
que precisan encontrarse a ellos mismos
para darte, Bilbao, con su ser, un futuro.
Un aire de ti mismo,
Un viento nuevo,
que respete y promueva…
a tus gentes
a la flor
al pájaro, al tximbo, en el alero
a la primavera y al otoño, el invierno y el verano
de tus prados y tus bosques
abandonados de sus gentes,
que sienten pasar delante de sus vidas
la metamorfosis de tu ser,
y dan su alma a cambio de vivirla,
de una casa, una imagen, ¿la esperanza?
De un futuro urbano ¿aún que sea sin entrañas?

Yo te digo porque te quiero,
y a tus gentes les grito como puedo:
Párate. Piensa lo que eres.
Decide a donde vas.
Hazte un alma cargada de futuro.
Para tus gentes, felices, conviviales.
Lo merecen: ¡seguro!
Y serás con ello mi pacifica y vívida ciudad
De mis hijos y mis nietos de mañana.
Aunque vivan fuera de tus calles.
(Ya sabes lo que se dice de los bilbaínos y sus orígenes)

Y te penetro, Bilbao, Ría arriba desde El Abra.
Queriendo dejarte embarazado de ideas como estas.
Y recuerdo, mirando las laderas de tus montes,
Cuando eras un islote en la provincia, de Bizkaia.
Te cercaron con fusiles y cañones
desde el miedo al futuro que forjabas
…y venciste… sin saber muy bien, quizá, a donde vas…
Y, podría ser, Bilbao, que ya tampoco conozcas de donde vienes…

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