jueves, 3 de abril de 2008

A MI TÍO DIEGO, IN MEMORIAM

Forua, 12 de Noviembre de 2002

Cierro los ojos y te veo: ¡lleno de vida...!
¡Y te has ido!
¡Como se fue mí padre...!
¡Cuanta ausencia...!
Cuanta nostalgia, por las personas queridas;

Como un faro para el marinero.
Así te sentí y viví.
Entre las turbulencias de la mar de la vida.
Siempre estabas allí.
Séneca, andaluz, universal.
Que supiste comprender que el hombre es hombre,
cuando se hace así mismo, erigiéndose como tal,
y explicármelo,
de forma que el joven impulsivo,
que yo era,
lo comprendiese claro y fuerte.

Así te vi y te viví, amigo, hermano mayor, padre menor
(con permiso, uso el mejor significado, ante mi padre).
¡Cuantos ratos pasados en tu compañía!
¡Cuanta entrega fraterna!
Llena de ratos vívidos, de tertulias y cantos, de habaneras y tangos... y palmas, y cantes... de los tuyos.
Conversábamos del mundo y de sus gentes.
De los hombres (y mujeres), y sus vidas...
De lo que enseña la vida...
Cuando se la mira a los ojos,
con la mirada llana,
de quien quiere aprender.
De como ser ...y seguir viviendo... Dignamente.

Mi tío Diego...
¡Querido y añorado!
¡Vives también en mi!

Hace meses que nos dejaste y aún lo lamento
Como un grito del alma inconformista ante la muerte.
Siempre he dicho que hay personas que deberían vivir eternamente.
Tu eras una de ellas,
Con mi padre...

Junto a algunos otros,
que quiero y he querido,
...De vuestras generaciones ilusionantes,
Derechas como velas,
fuertes como robles centenarios...
Hechas a si mismas;
Para aguantar el empuje del tiempo
y de las tormentas de la vida...
Pero,
También os vais,
Dejándonos un inmenso vacío,
como un hoyo inmenso imposible de llenar con llanto;
Ni a lágrimas, ni a suspiros, ni añoranzas...
Pero yo os añoro y os recuerdo.
Con un grato recuerdo
que alimenta mi calor
y acaricia mi alma:

Mi tío Diego... Como a mi padre, Berio;
A quien tú, también, me enseñaste a conocer mejor,
Y a querer y respetar aún más.
...Irremediablemente después de muerto...
¡Cuanto lo lamento!

¡Cuanto tiempo perdido!
...Andando la vida por caminos errados.
Generación tras otra.
Necesitamos hacer nuestro propio camino..
...y confundirnos, y, de vez en cuando,
solo de vez en cuando,
Como los reyes,
Acertar...

En eso somos, también, hermanos;
De experiencia...
Y padres,
e hijos,
amantes
y amados,
y solidarios.

Tío, mi tío.
Y tu familia. Como la mía misma.
Mi tía Benita,
sus hijos y los tuyos:
Mari, Rosa y Paco...
Mis queridos primos. Como hermanos.

Tengo en mi memoria, también,
El recuerdo grato de tus Quintanas:
Tu familia de origen,
Esa “raza” especial, como tu la llamabas.
Tu madre y hermanos:
Un cálido recuerdo, para ellos, de mi, suyo.
Le guardo mío. Su recuerdo grato. Junto al tuyo.
En mi corazón.
Para siempre.

Contigo aprendí, también,
a querer y a respetar a tu pueblo andaluz.
Ese pueblo de hombre rectos y recios, bullangueros y trabajadores,
...Tu pueblo andaluz,
Que dio a España y al mundo tantas y tantas cosas magnificas, ejemplares... ignoradas hoy, entre otras. ¡Ya no interesan a nadie! (Al parecer).
Un pueblo, generaciones.
Castradas, ¡como de una vez por todas!
por un dictador de infausto recuerdo llamado Franco...
¡Cuanta desdicha e ignominia vino de su mano para tu pueblo y el mío!
Mi exilio interrumpió nuestro diálogo y vivencias...
Lo lamenté siempre. Y tu. Me consta.
Luego recuperados. Calor y contacto.
A mi vuelta...
¡Ya tarde!
¡Anochecía la vida!
En nuestro tiempo contemporáneo,
Ya viejo y gastado, derrotado...

Aún te veo “tocando palmas”
y cantando
entre los tuyos,
era un cuadro único
que se me quedo grabado para siempre...
...Como un antídoto
Frente a los estereotipos soberbios e insolidarios
de quienes no entienden
o manipulan, y dicen
y hacen
de los andaluces un despropósito
injusto e injustificable...
Esos, tío, ¡no te han conocido!
¡Peor para ellos!
Yo si.
Y te quiero.

Tuyo y de los tuyos, para siempre
Como mi padre, y mi madre,
y mi hermana,
y los nuestros... Todos.
¡Un abrazo! Agur.

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