(unas notas para
la reflexión y el debate abiertos)
Por: Mikel Orrantia –Tar; 06-11-2014 (A
debate en BURDIÑA)
El 06/11/2014, Ignacio escribió:
Queridos
amigos:
No
sabéis como he sentido, fuera de mi costumbre habitual, no haber podido acudir
a este acto, que además me interesaba mucho.
Un
imprevista consulta médica en la Unidad del Dolor del Igualatorio, motivada por
los problemas que Begoña tiene en el aparato locomotor, nos tuvo retenidos
hasta muy entrada la tarde y con la perspectiva de un nuevo tratamiento.
Para
ese acto tenía preparada una pregunta a Mikel, pero como no pude asistir, no me
resisto a plantearla aquí, esperando que me pueda dar una opinión.
Me
refiero, si no lo he interpretado mal, al rechazo por parte de los ideólogos
del anarquismo de la teoría de Rousseau sobre el pacto social como
justificante de que pudiera existir algún tipo de autoridad jerarquizada para
la gobernación. Ese pacto se sustentaría en una base democrática con alto grado
de libertad pero, a su vez necesita el fundamento de la bondad intrínseca de la
naturaleza del ser humano.
El
anarquismo radical lo rechaza lo rechaza de plano, pero por otra parte,
una sociedad libertaria no sería posible si no creemos también que los vicios
del se humano no son innatos, sino producto de la sociedad jerarquizada, tanto
democrática como autocrática.
¿Dónde
está el equilibrio, si es que puede haberlo, para el mantenimiento de una
sociedad tan densa como la que puebla el mundo, con tan dispares ideas políticas,
religiosas y sociales?
Un
abrazo,
Ignacio
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La conferencias de ayer en la Biblioteca de Sestao. De izquierda a derecha: Felipe Garduño, presentador del Colectivo BURDIÑA; Antonio Rivera, Catedrático de historia contemporanea de la UPV/EHU, interesado en lo libertario; Mikel Orrantia, reciente Master en Historia con una tesis sobre los libertarios vascos en la Transición en Euskadi
Salud,
Ignacio.
Lo
cierto es que os eche en falta...
Planteas
un dilema que ha motivado multitud de controversias entre los anarquistas y sus
diversas corrientes de pensamiento, y no solo entre ellos. Para mi también ha
significado y lo es aún hoy, un camino de búsqueda por el que sigo transitando.
Hace décadas que deje de ser un anarquista para reunirme con el rebelde critico
con su entorno que comencé a ser en mi primera juventud; digamos que desde
comienzos de los años ochenta del pasado siglo me siento un libertario
pragmático, posibilista que busca como reemplazar este capitalismo salvaje que
nos somete sin otro sentido que el de satisfacer la ambición y el egoísmo des
unas clases dirigentes enquistadas en las diversas formas de poder que
coexisten en nuestra nave Tierra, sostenido gracias al sueño (pesadilla) de
muchos en devenir miembros de esos grupos de interés dominantes o serviles
elementos que sostienen la base de la pirámide por medio de estructuras, leyes,
normas, (in)cultura y en suma servidumbre voluntaria...
Según
yo lo veo, el tinglado, la estructura piramidal (mas o menos verticalizada
según sea mas dictatorial o mas democrática la sociedad en cuestión) se
sostiene además porque los grupos y personas que militan o son receptivos a las
alternativas al capitalismo se encuentran profundamente divididas y a la fecha
de hoy tremendamente dispersas, sin carácter, derrotadas antes de la batalla.
Desde mi anterior militancia anarquista evolucione por el camino del
posibilismo buscando como dar sentido y cohesión precisamente a ese reto que
refieres: el pacto social entre iguales y diversos imprescindible para que en
sociedades locales y globales tan distintas y diversas se puedan dar
organizaciones potentes, representativas capaces de constituirse en
alternativas viables que entusiasmen a mayorías absolutas, única vía factible
para cambiar las cosas en libertad y solidaridad en la diversidad.
Dos
problemas pueden ayudarnos a sintetizar, agrupados, los anhelos y
necesidades de los seres humanos que convivimos en lo local y en lo global de
nuestro País y de nuestro planeta la Tierra: La cuestión nacional, o como
organizarse en el ámbito territorial y relacionarnos los individuos entre
nosotros y unas comunidades con otras, y la cuestión económico social, o como
organizarnos para vivir de que forma, que producir y como distribuirlo, que
desarrollos culturales, como producir respetando los limites de nuestros
ecosistemas y respetándonos a nosotros mismos.
Encontré
un camino (que lógicamente deberá ser explorado y solo podrá serlo si hay
suficiente numero de personas que así lo ven de utilidad o necesario). Para la
cuestión nacional, que tantísimos sufrimientos ha arrojado sobre la historia de
la humanidad, lo llamo "confederación", relación de mutuo
reconocimiento entre iguales y solidarios que negocian pactos que respetan las
diversidades personales y colectivas, y se respetan por las partes, desde lo
pequeño y local hasta lo global y universal; basado en la organización en las
comunidades naturales (hoy ya casi todas pluri-etnicas y diversas, pero con bases
de afinidad de conviviencia significativas: obviamente, aquellas que así lo
deseen). Para la segunda cuestión, que, a su vez, tantísimos sufrimientos ha
causado a la humanidad y que, con este sistema dominante capitalista global,
podría estar a punto de acabar con los ecosistemas naturales y con los
seres humanos (al menos gran parte de ellos), lo llamo democracia.
Democracia socialista y libertaria; basada en el reconocimiento por todas las
corrientes de pensamiento e ideológicas socialistas de que sin la unión de
todos es imposible modificar la relación de fuerzas frente a nuestros
explotadores y opresores; y que esta "unión" pluri-ideológica
únicamente será posible si cada una de las corrientes o partes componentes es
capaz de realizar una reflexión que comprenda que sin reconocer la diversidad y
la necesidad de la unión en la diversidad, será del todo imposible caminar
hacia al cambio... Una 'utopia' libertaria pragmática y posibilista que se
abrirá camino a fuerza de cosechar derrotas en las otras vías que buscan la
victoria primero dentro de la casa 'socialista' y luego frente al enemigo
capitalista. No hay posibilidad de construir una alternativa viable al
capitalismo que nos aqueja sin reconocer estas dos cuestiones... Luego, las
formas, el camino, el método, las negociaciones, y, lo que será más peliagudo:
el reconocimiento mutuo y el abandono de tanta ideología=religión política, es
otro costal, que tal como yo lo veo, es muy probable que no llegue a darse e,
desde luego no en nuestras generaciones actuales...
El
anarquismo, en cuanto el; como corrientes de pensamiento, organización y
acción, esta igual de dividido que siempre lo estuvo: Hay muchos grupos, en lo
que yo conozco, en America y en Europa, que buscan caminos posibilistas, y hay
otros muchos que se mantienen incólumes en la defensa de unas esencias que tal
como yo lo conozco, nunca fueron tales, y ven al diablo en el Estado y en la
Politica, en la Democracia y en el Pacto Social...
Quizá
te haya servido de algo estas reflexiones a vuela tecla... como creo que me han
servido a mi tus preguntas y este intento de síntesis.
Abrazo
convivial.
PS:
Quizá, Ignacio, tenga que llamarlo nueva democracia socialista libertaria
convivial... JeJeJe...
PS:
Esto podría dar de sí para unas lecturas y un debate ad hoc que quizá le
interese a los burdiñolas, aunque, a juzgar por la asistencia al de ayer, no
parece que le interese a mucha gente en nuestros entornos... pena.
Mikel
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Mikel Orrantia Diez
-Tar
OrrantiaTar@gmail.com
(askatasuna.libertad.orrantia)
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