lunes, 3 de agosto de 2009

Gasoducto Nabucco: ¿contra Rusia o contra Europa Oriental?

Salud.

Traigo hoy a mi BLOG, la colabo de un periodista experto analista del poder de dominio global o transnacional. En esta ocasión se ocupa de un asunto que nos da calor (y frío) a los europeos: el gas como estrategia de poderes de dominio e intereses globales en juego en la vieja Europa. Pero este articulo análisis no es sino una oportunidad que aprovecho para presentar al autor a mis lectores e invitarles a visitar su nuevo BLOG, no perderéis el tiempo, estoy seguro.

Agur. sigue bien.
Mikel Orrantia

vete a:

Gasoducto Nabucco: ¿contra Rusia o contra Europa Oriental?

Por Maximiliano Sbarbi Osuna (publicado en el diario BAE el 20/07/2009)

La fotografía oficial tomada el lunes pasado durante la firma del acuerdo para la construcción del gasoducto europeo Nabucco, refleja el inevitable optimismo de los mandatarios de los países de países de Europa Oriental, que de esta manera se ven incluidos en el mercado energético mundial, a pesar de que la Unión Europea (UE) y Rusia intenten marginarlos.

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Trazado oficial del gasoducto europeo

Mediante el gasoducto Nabucco, Europa debería abastecerse sin problemas del gas que requieren sus industrias y sus habitantes, para tolerar los inviernos, sin depender del monopolio del gas ruso.

Moscú, que abastece a la UE con casi el 40 % del gas que consume, fija el precio a los países intermediarios. Cualquier interrupción en el pago, inmediatamente se traduce en un corte del suministro, que afecta a casi todo el continente europeo, provocando una parálisis en la producción y decenas de muertos por causa de las bajas temperaturas.

Ucrania es el intermediario más polémico del gas que recibe la UE de Rusia. Por el territorio ucraniano transita el 80 % de los hidrocarburos rusos hacia Europa.

Este país era un socio privilegiado de Moscú, ya que al pertenecer a su área de influencia recibía un precio preferencial por el gas. Pero, cuando en 2004 triunfó una revolución promovida desde Occidente, que llevó al actual mandatario ucraniano al poder, Rusia se vio amenazada por la expansión occidental hasta sus fronteras e inmediatamente incrementó el precio del gas.

Como Ucrania no pudo afrontar los pagos, los cortes del suministro se repiten casi todos los inviernos.

Por eso, Europa decidió construir la red de tuberías Nabucco, que va a costar US$ 8 mil millones, se va a comenzar a construir el año próximo y debería estar finalizado en 2014.

Pero Moscú actuó más velozmente y ante el avance del proyecto Nabucco, la empresa estatal Gazprom entabló la planificación de dos redes altamente costosas, poco redituables, pero con un peso geopolítico tal, que puede llegar a influir directamente en el corazón de la UE.

Se trata de los gasoductos South Stream y Nord Stream, que en un principio fueron los que le iban a dar muerte a Nabucco, porque esta red va a llegar más lejos y además va a ser capaz de transportar más volumen de combustible que su competidor europeo.

¿En contra de Rusia?

Una lectura anacrónica de la situación permitiría apreciar el trazado del gasoducto Nabucco como una forma de quiebre del monopolio energético de Moscú, ya que este trazado se va a abastecer del gas del rico Mar Caspio y va a evitar transitar por territorio ruso. Sin embargo, la UE lo ve con escepticismo, ya que también apuesta por el proyecto que nació para competir con la red europea, es decir, los gasoductos rusos South Stream y Nord Stream.

Los problemáticos países de Europa del este, sean estos comunitarios o no, no han demostrado la capacidad de ser eficientes intermediarios del gas de Rusia hacia Europa Occidental. Ya sea por el poder del chantaje ruso o por la falta de protección europea, el este del continente se vio abandonado por la UE, ya que ésta comenzó a apoyar a los proyectos de Rusia a comienzos de este año, coincidiendo con el último corte del gas a Ucrania.

Italia financia junto con Gazprom el South Stream, mientras que Alemania hace lo propio con el Nord Stream. Ambos gasoductos rusos evitan transitar por los países de Europa del este, que se han apartado de Moscú, como: Ucrania, Georgia, Polonia, Bielorrusia, Letonia y Lituania.

La planificación del gasoducto Nabucco vuelve a poner a los países del este dentro del mapa energético euroasiático, pero hay muchas dudas con respecto a la efectividad de este proyecto.

Los tres países que abastecerían del gas a Europa mediante Nabucco son Azerbaiyán, Irak e Irán.

Azerbaiyán ya pactó con Rusia la venta de millones de metros cúbicos de gas, por eso la UE duda de que pueda cumplir con el proyecto europeo. En Irak recrudecieron los atentados contra los gasoductos luego de la primera fase de retirada de las tropas norteamericanas.

En tanto, el suministro iraní es objeto de discordia entre Europa y los EE.UU., ya que Washington busca aislar al régimen de los ayatolás a pesar de que la UE pudiese sufrir falta de gas.

Además, en caso de que Nabucco funcione con todo su potencial, no podría aportar más del 10 % del gas que Europa utiliza.

Detrás de Nabucco

No hay dudas de que el gasoducto europeo nació sin vida o con muchas dudas sobre su capacidad. Turquía es el principal país que promueve el proyecto Nabucco, debido a que busca incrementar su importancia geoestratégica a favor de la UE, para poder ser incluido dentro de la Unión.

Europa se vio forzada a sacrificar a sus peones en el este y a cambiar de postura, al apoyar los proyectos de Moscú. Además, vislumbró que la poderosa Rusia podría generar importantes daños a la economía europea con los cortes del gas, por eso decidió impulsar tibiamente su propio proyecto Nabucco y dejar para más adelante el anhelo de un suministro alternativo de Moscú.

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