viernes, 20 de noviembre de 2009

COMO HACER PARA HACER EMPRESAS

Estimado amigo. Hola.

Buenas tardes de viernes que apunta fin de semana reparador, así te lo deseo.

En esta ocasión te aporto unas reflexiones personales escritas al socaire de la lectura de un articulo del economista vasco y notorio polemista, A. Pérez de Calleja, con cuyo pensamiento y conclusiones disiento una vez más.

Quizá te interese el tema y dispongas de unos minutos, tu veras, yo únicamente te lo propongo. En el 'enlace' adjunto viene resumen de las posturas de Pérez de Calleja y un debate, cierto, un tanto superficial, pero que puede resultar motivador, si no tienes otra cosa que hacer.

En cuanto a mis notas que te he ‘pegado’ aquí debajo, son solo una reflexión abierta, personal, que deseo compartir contigo por si te motivan a decirme a tu vez algo al respecto y, así, enriquecernos mutuamente culturalmente.
Sigue bien. Saludos cordiales.

Mikel Orrantia, Forua, 20-11-2009

COMO HACER PARA HACER EMPRESAS

Salud.

Las empresas no caen de un quehacer universitario, o de ‘laboratorio’ de ideas, no aquí, ciertamente. nacen en un entorno y un tiempo. El nuestro. De un interés personal en un entorno social suficientemente estimulado al respecto. Del sentido de necesidad de hacer algo fuera, al margen, al lado, de lo que existe que te permita organizar tu vida de distinta forma, no dependiente, hacer un sueño: crear algo tuyo, ganar más, ser reconocido, crear empleo y riqueza y enriquecerte tu cabalmente, también tu personalidad y tu vida. Una predisposición personal al riesgo y a la libertad, a dar por valido el propio criterio cuando se enfrenta al de terceros sin que estos sean convincentes. Las empresas, requieren un entorno cultural, de aprendizaje, de vida y de convivencia, y financiero que tuvimos y ahora no tenemos en Vasconia.

Es cierto: con toda probabilidad nos de miedo la creación pura y dura y nos vaya mucho mejor mirar que hacen bien terceros y copiarlo aquí haciendo incluso mejor que ellos. Eso nos hace competitivos cuando la economía internacional ‘sube’ y nos hace caer en la obsolescencia (reaccionamos tarde y mal) cuando la economía de nuestro entorno operativo y de ventas entra en crisis y/o cambia de orientación. Necesitamos en estos casos un tiempo de reacción que nos hace frágiles ante las crisis y sus ciclos…. Pero, solemos salir adelante. Seguramente porque somos como somos; ¿cómo? Las últimas investigaciones en la biología y la genética parecen demostrar que entre la memoria trasmitida están los modelos de comportamiento… los vascos somos emprendedores porque debimos aprender a sobrevivir a entornos hostiles que requirieron de nuestros antepasados una asunción de responsabilidad muy personal frente a los retos… Hasta que le cogimos el gusto al riesgo… probablemente. Como otros muchos u otros tantos pueblos de por el ancho mundo y distinto de otros tantos que en similares circunstancias optaron por otros modelos de respuesta… A nosotros nos fue bastante bien con las empresas o como se llamasen entonces… y antes de ayer o ahora.
La crisis de obsolescencia de los años ochenta y noventa causo tal mortandad de empresas y empleos que aun no hemos hablado suficiente de ello; creo que muy poco, en realidad. Metió mucho miedo en los cuerpos de decenas de miles de familias vascas de familias de trabajadores y de pequeños y medianos empresarios que vieron disolverse sus expectativas de vida como un azucarillo en el café de la mañana. Añadamos el ‘favor’ que nos ha estado haciendo ETA todas estas décadas: miedo añadido al miedo, y la creación a uña de caballo de un sistema institucional democrático con decenas de miles de nuevos empleos funcionariales estables, muy estables y muy bien pagados, frente a la terrible crisis y cambios y miedos, y tenemos un cuadro más que pinturero que explicaría cabalmente el porque no salen tantos empresarios ahora como antes (antes de los años ochenta, o setenta, incluso, del pasado siglo).
¿Como pedir empresas mas eficientes en una sociedad atemorizada (y no hablo ya de ETA ni de la autoridad competente y/o de las leyes malas o buenas para engañar a la hacienda desde las empresas y los que ganan mucho dinero; o de los proletarios y empleados que no tienen un ápice de dignidad ni de respeto por si mismos, por sus empleadores o por el sindicato que les protege indebidamente porque vive de ello, confundiendo la velocidad –la clase social que debieran defender- con el tocino –la afiliación fiel y los puestos funcionariales de que disponen-) que abandona el gusto por el conocimiento y la cultura, siquiera sea "industriales" (a estilo de la vasca de hace décadas o un siglo).
No, para nada. No creo yo que esto se arregle con el despido libre, sea dicho por el Ser. Calleja o por el Cardenal Primado de esta España (incluyo en ella a los vascos y a los vasconavarros, sin dudarlo) de pillos evidentes (ver las TVs) y de honrados acallados o silentes por prudencia). Como se puede defender lo que defiende el Sr. Calleja y algunos de ustedes ante el espectáculo que vivimos de una crisis de ambición desmedida de unas clases altas y medias especulando hasta quedarse con el culo pelado, de unas entidades financieras que engañan los balances con precios insostenibles de propiedades devaluadas y sin comprador…? ¿¡No será la especulación y la falta de respeto por los derechos y deberes constitucionales (¡y mira que yo los cambiaria!) que dicen con tanto esmero como falsedad defender?!
Hombre, no me cuesta nada dar dos soluciones ya implícitas, al menos la primera, en lo dicho: La primera: cambiar a nuestros políticos, banqueros, funcionarios, empresarios mas voceras, sindicalistas y empleados, me refiero a los mas oportunistas y perezosos, por alemanes como dios manda… Quizá eso nos diese una oportunidad de hacerlo mejor (incluso si eventualmente tuviese yo mismo que ser incluido en el lote, que no creo). La segunda: ¡esa si que me gusta! Hacer una sociedad justa, fraterna, libre y convivial; en la que se trabaje lo justo para vivir con dignidad y tiempo libre, haciendo cosas útiles a esos objetivos y logrando dejar una sociedad sana y sostenible de verdad para nuestros descendientes. ¿qué os parece? ¡la utopia es necesaria, también para crear, también para crear empresa e incentivar el surgimiento de un caldo de cultivo’ en el cual se puedan desarrollar, resulte atractivo hacer, empresas que generen estabilidad emocional, progreso cultural, participación , riqueza y empleo. Amen, digo.
Cordialmente y con mis mayores respetos. Agur.

_________________ CONSULTAR EN:

Pérez de Calleja y el despido libre
Escrito por José A del Moral 'cybereuskadi.com' El 15 de Noviembre de 2009
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