la crisis económica lo es también cultural y de identidad

Salud.
Espero que estés bien, yo, jodido; permíteme que te lo cuente, Gracias:
Me voy recuperando del último achaque que me dejo tumbado desde el fin de semana pasado: una fístula perianal que me ha dejado el culo como un bebedero patos. Ya debía estar acostumbrado, pues la primera me dio allá por el final de los años sesenta y vuelve cada cierto tiempo a recordarme que el dolor no se guarda en la memoria, por fortuna. No hablo del dolor del alma (en plan de cachondeo, ese que nunca me importo del todo que lo usasen como método de tortura ‘alternativo’ por parte de la policía franquista, cuando militando en la clandestinidad contra el régimen dictatorial franquista, se decía de él lo terrible e insoportable que era, en los mentideros antifranquistas...). No, me refiero a éste otro, el de verdad de la buena, el del parto, el de las jaquecas, el de las muelas jodidas, el del culo inflamado hasta que duele como si se te cayesen los dientes o un tigre te arrancase las pelotas de un zarpazo... ¡insoportable! Menos mal que es por un corto periodo de tiempo que sabemos que se terminará y que saldremos de allí de pié y sin dolor, y que los seres humanos somos de lo que no hay, entre otras facetas, en durabilidad... a pesar de nuestra fragilidad... No se si te has fijado en ello: ¡No hay memoria post dolor! ¡albricias! ¡no podríamos vivir de otro modo! ...
Ya voy mejor, hasta estoy de buen humor y juego a escribir y otros menesteres que no os cuento porque estaréis currando... ¡coger una gripe al menos, coño! Es broma. Te deseo lo mejor.
...Mientras tanto, os invito a leer las líneas mas abajo adjuntadas.
Un abrazo.
Mikel


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De: Mikel Orrantia Diez

UNA CRISIS CULTURAL, DE IDENTIDAD, Y QUE ES ECONOMICA Y GLOBAL

Salud, estimado lector.

Me ha llamado la atención la lectura de las ideas, y del enfoque de las mismas, explicadas por el músico catalán Jordi Saval sobre la crisis económica actual y sus salidas deseables, recogidas por un periodista de la Agencia EFE en Bruselas y difundidas en la Web por un Boletín Confidencial. Te invito a leerlas y a reflexionar sobre ellas y sobre mi comentario. Veamos:

Tengo mis dudas, 62 años en la ‘mele’ me han permitido ver y vivir mucho.

Dudo de que estemos asistiendo al final del capitalismo: no lo creo, para nada.

Las gentes de los países desarrollados, en masa, orillan (¿orillamos?) la ‘mala conciencia por lo que hacemos indebidamente y mal’ para dedicarnos a quehaceres orientados (sepámoslo conscientemente o no) a realimentar este oprobioso e ineficiente sistema, que hace del mundo finito en que vivimos, el pozo aparentemente sin fondo (por ahora) de la aspiración a vivir mejor y que se vea (consumir más, tener más, figurar más, mandar más) que el vecino, que ese chico que canta salido de Gran Hermano y se ha hecho de oro en cuatro días, de ese futbolista famoso, periodista vocero del sistema, chica o chico de moda en la TV, etc…

El Sistema Capitalista no esta siendo cuestionado por fuerza ninguna con entidad suficiente para ponerlo en entredicho. Hasta el punto de que el mismo tiene que crearse sus propios enemigos. Primero en nuestra contemporaneidad, fue la URSS, a la que llevo a una competición economicista totalmente alejada del modelo comunista democrático de libertad y humanista, que tuvo que empeñar su alma libertaria para lograr un objetivo quimérico: el desarrollo de un modelo capitalista de producción y consumo en el seno de un modelo burocrático autoritario ineficiente hasta para lograr ese objetivo. Y en ello dejo, primero su ser, ensangrentadas sus manos con la vida de sus mejores militantes caídos en feroces e indiscriminadas represiones terroríficas, luego, su existir, cayendo con el Muro de Berlín una pesadilla burocrática terrorífica que alejo aun mas a los ciudadanos del mundo capitalista de cualquier ‘cosa’ que fuese de color ‘rojo’ y aspirase al progreso, la justicia y la libertad en un mundo nuevo.

Un mundo nuevo que solo puede ser distinto a este mundo viejo, decadente capitalista, ineficiente.

Distinto, si; radicalmente. Porque vivimos en un Planeta Tierra que se muestra fatigado de nuestra actividad de humanos inhumanos, pedazos de alcornoque que creemos que viva yo caliente que se joda la gente”. Siendo como somos una comunidad mundial global y que solo podemos dejar de serlo otra vez regresando al nearthental con una catástrofe que ¿quién desea?.

Ya sabemos que (según nos cuentan) estamos acabando con el petróleo y los combustibles fósiles, que no serán eternos, que contaminan una canallada, que cuando se acaben, el sistema nos tendrá preparadas alternativas de consumo y desplazamiento sin fin, en ‘carros’ nuevos tirados por otra energía… ¡Si llegamos!. Pero es que es posible que antes de que eso suceda se nos termine el agua potable: hemos jodido las capas freáticas por las que el agua caía y se filtraba hacia pozos y lagos subterráneos. El agua cada día esta mas contaminada, y, en las zonas en las que se acumula la población mundial en ciudades vertederos, habrá a no tardar gravísimos conflictos por el agua… Seguramente, muchos habitantes de este planeta no podrán pagársela, ya sucede en vastas zonas de la Tierra en las que millones de seres humanos no podrán aportar nada a nuestro bienestar común porque morirán en su infancia agostados por la sequía, la enfermedad, el hambre y la miseria intelectual, o por una bala amiga o enemiga… ¡Pena!. A esto lo llamo yo “ineficiencia del sistema”, la incapacidad de organizar, planificar, gestionar, conocer, resolver… las necesidades de los seres humanos como si fuésemos ya una única raza, una única humanidad, una única nación de naciones, una confederación global terráquea de hombres libres y con capacidad de decisión y de acción (cultural, económica, técnica y científica y política).

Y, claro que sí. Están el cambio climático y la salud y la solidaridad intergeneraciones, la sostenibilidad (‘comer’ –vivir- ahora y dejar ‘comer’ –vivir- mañana a nuestros descendientes, por así decir, de un modo simple y sencillo. Y esta, también, fundamental, el que hacemos, en que trabajamos, que construimos, que modelo de actividad optamos, que empresas, que mundo alternativo podemos poner en el lugar de este... Otros tantos interrogantes que a muchos nos hacen conservadores “mas vale lo malo conocido que lo ‘bueno’ por conocer”; aunque yo no estoy entre ellos; prefiero evolucionar, cambiar, vivir y ver vivir bien a todo el mundo, sobre todo cultura, conocimiento, participación... Y, parar la sangría del actual capitalismo financiero productor de bienes ficticios de papel bancario, que busca obtener a corto plazo el máximo de ineficiencia ligada al máximo de beneficio obtenido del consumo desenfrenado de materias primas y vidas humanas… potenciar el respeto por la diversidad y la cultura y las gentes… Ser alternativamente y moderadamente ‘evolucionario’, en este sentido humanista y pragmático, es un programa de acción concerniente a muchos más desde ahora y aquí, factible y positivo y de progreso genuino; según yo lo veo, claro.

Pero me gustan las ideas de Saval. Porque entre ellas y las mías no veo contraindicaciones sustanciales que impidan iniciar el camino del bien por ese lado inteligente y pragmático que puede ser asumido por más personas y puesto en práctica desde ya mismo. Por eso opino, con el músico, que, además de económica, esta crisis es también una crisis de identidad y de cultura, que debe ser mirada y tenida en cuenta desde esa perspectiva ya mismo, si queremos llegar a mañana.

Por eso me gusta lo que dice el afamado músico catalán Saval, cuando afirma al parecer que: "estamos al final de una especie de decadencia de una civilización que no ha sabido controlar o realizar lo que se esperaba" de ella. Y que debemos "realmente, partir de nuevas ideas y tener muy claro cómo analizar todos esos problemas, porque estamos en una fase en que cualquier error su resolución será ya sin retorno". Según el periodista, “El músico se refirió, en concreto, a retos globales como el cambio climático, el entendimiento entre oriente y occidente o el hambre en el mundo, y auguró que, "si no resolvemos esos problemas rápidamente, el mundo va destinado al caos total".”

Y le cito, y hago mío al hacerlo, lo que leerás más abajo, si te apetece, cuando, según el periodista, el músico afirma que “En un mundo "cada vez más globalizado, uno tiene que saber de donde viene, si uno pierde sus signos de identidad, todo se queda diluido". "Se puede ser perfectamente ciudadano del mundo, pero siendo también fiel a sus creencias, orígenes y su cultura", subrayó. Y afirmo mi idea Confederal: primero en Europa y España, luego donde sea, el mundo entero: libre, justo, fraterno.

El manifiesto presentado hoy por Savall y sus amigos, apuesta al parecer “por cultivar la creatividad en un proceso de "aprendizaje permanente", así como por convertir las escuelas y las universidades en lugares de "pensamiento creativo" por medio de la práctica. De igual manera, propone convertir los lugares de trabajo en centros de aprendizaje e impulsar un sector cultural "sólido, independiente y diverso" que respalde el diálogo intercultural. Por otra parte, defiende promover la investigación científica para "comprender el mundo, mejorar la vida de las personas y estimular la innovación". Cosa que igualmente suscribo mientras ‘evolucionariamente’ viajamos hacia un mundo habitable y digno.

Sigue bien.

Mikel Orrantia -Tar


Jordi Savall cree que la crisis económica lo es también cultural y de identidad

Bruselas, 12 nov. 2009 (EFE).- El concertista, profesor e investigador musical español Jordi Savall, afirmó hoy en Bruselas, en su calidad de ser uno de los embajadores del año europeo de la creatividad y la innovación 2009, que la actual crisis económica mundial también es, "en su base profunda", una crisis cultural y de identidad.

"Aún no tenemos una reacción suficiente a esta crisis. Hay más consciencia de que la crisis, en su base profunda, es una crisis también cultural y de identidad", indicó el instrumentista, que presentó hoy ante la Comisión Europea, junto a otros 26 "embajadores", un manifiesto para que la UE fomente la creatividad y la innovación en sus futuras políticas.

Para Savall, "estamos al final de una especie de decadencia de una civilización que no ha sabido controlar o realizar lo que se esperaba" de ella.

En su opinión, ha llegado el momento de, "realmente, partir de nuevas ideas y tener muy claro cómo analizar todos esos problemas, porque estamos en una fase en que cualquier error su resolución será ya sin retorno".

El músico se refirió, en concreto, a retos globales como el cambio climático, el entendimiento entre oriente y occidente o el hambre en el mundo, y auguró que, "si no resolvemos esos problemas rápidamente, el mundo va destinado al caos total".

En el manifiesto presentado hoy, los 27 embajadores han identificado siete prioridades que Savall espera que sirvan como "base" para las políticas que la Comisión Europea proponga en el futuro.

Según explicó, en el documento han colaborado diferentes personalidades del mundo de la cultura, la ciencia o la economía, que después de "duras jornadas de discusión" han establecido siete puntos que afectan a elementos de la "vida cotidiana" como la educación, la investigación o la ciencia.

Savall recalcó la importancia de "disfrutar de las cosas, de compartirlas, de hacerlas de manera que la vida sea más agradable".

El músico destacó además que, en un mundo "cada vez más globalizado, uno tiene que saber de donde viene, si uno pierde sus signos de identidad, todo se queda diluido".

"Se puede ser perfectamente ciudadano del mundo, pero siendo también fiel a sus creencias, orígenes y su cultura", subrayó.

El manifiesto presentado hoy apuesta por cultivar la creatividad en un proceso de "aprendizaje permanente", así como por convertir las escuelas y las universidades en lugares de "pensamiento creativo" por medio de la práctica.

De igual manera, propone convertir los lugares de trabajo en centros de aprendizaje e impulsar un sector cultural "sólido, independiente y diverso" que respalde el diálogo intercultural.

Por otra parte, defiende promover la investigación científica para "comprender el mundo, mejorar la vida de las personas y estimular la innovación".

Por último, apuesta por respaldar instrumentos "creativos" que tengan en cuenta las "necesidades, emociones, aspiraciones o habilidades" de los usuarios, y apoyar una "innovación empresarial" que contribuya a la prosperidad y la sostenibilidad y fomente una economía más ecológica.
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