Salud, amigo. ¿Quienes son o somos los piratas? ¡volvere sobre el asunto! En cuanto a mi responsabilidad: soy un comedor de peces y no suelo mirarles el lugar del mar de origen del que provienen ni como o por quien han sido pescados.
Como tantas otras cosas que alimentan nuestras vidas e ilusiones consumistas capitalistas... Comemos, consumimos, nos movemos o estamos quietos, gastando mas o menos, poco o mucho (quizá nada...!) pero todo, absolutamente todo lo que hacemos en este mundo de bandidaje y terrorismo cruel e ineficiente, todo, digo, es capitalismo.
Nadie escapa: todo se planifica, se produce, se distribuye se consume en el marco de un mercado dominado por el objetivo: del beneficio, y, en su cúspide, por el objetivo del poder de dominio sobre parcelas del hombre y los recursos cada día mas grandes.
Lo que hacen los somalíes cuando piratean nuestros barcos con unos recursos que nosotros mismos les proporcionamos (armas y municiones, barcos, radares, satélites de búsqueda, bancos, abogados, expertos negociadores de rescates, etc...) y que ellos nunca serian capaces de procurarse de otro modo que en nuestras fabricas, entidades financieras y mercados, es correspondiente a lo que hacemos nosotros cuando limpiamos las sentinas de nuestros barcos en sus aguas o en sus proximidades, cuando arrojamos desechos de nuestra abundancia o esquilmamos sus materias primas, peces incluidos, de sus aguas y tierras... Pero, claro, eso si, nosotros lo hacemos de acuerdo al derecho internacional y 'pacíficamente': ¡que sarcasmo!, si no fuese un drama humano para los hambrientos que piratean y para los trabajadores que faenan en esas aguas, para los propios somalíes que no saldrán así jamás de sus miserias…
Como tantas otras cosas que alimentan nuestras vidas e ilusiones consumistas capitalistas... Comemos, consumimos, nos movemos o estamos quietos, gastando mas o menos, poco o mucho (quizá nada...!) pero todo, absolutamente todo lo que hacemos en este mundo de bandidaje y terrorismo cruel e ineficiente, todo, digo, es capitalismo.
Nadie escapa: todo se planifica, se produce, se distribuye se consume en el marco de un mercado dominado por el objetivo: del beneficio, y, en su cúspide, por el objetivo del poder de dominio sobre parcelas del hombre y los recursos cada día mas grandes.
Lo que hacen los somalíes cuando piratean nuestros barcos con unos recursos que nosotros mismos les proporcionamos (armas y municiones, barcos, radares, satélites de búsqueda, bancos, abogados, expertos negociadores de rescates, etc...) y que ellos nunca serian capaces de procurarse de otro modo que en nuestras fabricas, entidades financieras y mercados, es correspondiente a lo que hacemos nosotros cuando limpiamos las sentinas de nuestros barcos en sus aguas o en sus proximidades, cuando arrojamos desechos de nuestra abundancia o esquilmamos sus materias primas, peces incluidos, de sus aguas y tierras... Pero, claro, eso si, nosotros lo hacemos de acuerdo al derecho internacional y 'pacíficamente': ¡que sarcasmo!, si no fuese un drama humano para los hambrientos que piratean y para los trabajadores que faenan en esas aguas, para los propios somalíes que no saldrán así jamás de sus miserias…
Por esos azares propios del navegante de internet en que me he convertido, me he encontrado con un muy interesante BLOG, por su contenido y por la claridad expositiva, que te recomiendo vivamente: CRISIS, ECOLOGIA, HUMANISMO, CAPITALISMO DEPREDADOR E INEFICIENTE... son otros tantos conceptos, palabras que se analizan y comentan en el, asuntos que me son no se si decir 'queridos' pero seguro que resultan ser para mi otros tantos conceptos que me preocupan y ocupan. Te invito a leer unos minutos, pues:
Artículo de Ernesto Carmona, publicado en Argenpress el 28-042009, basado en un artículo de Johann Hari, periodista británica del diario The Independent - del 04-01-2009.
Residuos nucleares y deshechos tóxicos tirados al fondo del mar somalí ... Sí: residuos nucleares, han leído bien, Somalia convertido en un deposito de basura atómica a lo largo de sus 3.300 kilómetros de costa. Por otra parte, las aguas de la zona económica exclusiva somalí se han transformado en un centro de rapiña, saqueo y pesca incontrolada de los caladeros por parte de algunos paises del primer mundo. La inmoralidad de la inacción de Occidente frente a estos hechos es una injustica digna de mención, la realidad supera a veces cualquier aberración imaginaria.
Pasen y vean...
"Las aguas de Somalia albergan importantes cargamentos de residuos nucleares y deshechos tóxicos, almacenados a lo largo y ancho de sus más de 3.300 kilómetros de costa. Fue después del tsunami de 2004 que azotó a esta costa, cuando cientos de barriles con fugas empiezan a salir a la superficie y terminan en las playas. La gente de la zona empieza a enfermar: infecciones de las vías respiratorias, hemorragias intestinales, reacciones químicas extrañas en la piel y más de trescientas muertes repentinas que empiezan a causar alarma entre la población. Al cabo de un tiempo nacen bebés con malformaciones y enfermedades derivadas de las radiaciones. ¿Cómo había llegado aquella basura hasta allí?
Cuando se empiezan a aplicar las primeras leyes medioambientales, los países desarrollados se encuentran con el problema de cómo deshacerse de la gran cantidad de residuos tóxicos acumulados. La mirada se dirige en aquel momento a países azotados por las crisis políticas y empobrecidos. Somalia -al igual que otros de la zona- se convierte en una alternativa. Se trataba de una violación de convenios internacionales y algo hasta éticamente reprobable, pero el plan siguió adelante. Autoridades somalíes protestaron e hicieron llegar varios informes a la ONU y a la UE sobre lo que allí estaba ocurriendo y cómo afectaba a la población civil. No sólo no tuvieron efecto tales reclamaciones sino que los negocios de basura nuclear continuaron a gran escala. Sólo en 2001 llegaron a África seiscientas mil toneladas de deshechos nucleares. Las descargas de desperdicios tóxicos siguen teniendo lugar como recientemente declaró a Al-Jazeera, el enviado de la ONU a Somalia, Ahmedou Ould-Abdallah. El diplomático dijo que poseían informaciones fidedignas de que las corporaciones europeas al igual que las asiáticas, estaban descargando químicos tóxicos, incluso desperdicios nucleares en las costas de Somalia. Tengo que enfatizar sin embargo -apuntó-, que ningún gobierno ha endosado este acto y que empresas privadas e individuos son los responsables. Un último dato: almacenar residuos tóxicos en Europa cuesta alrededor de mil dólares la tonelada, hacerlo en un país africano, sólo 2,5 dólares.
Residuos nucleares y deshechos tóxicos tirados al fondo del mar somalí ... Sí: residuos nucleares, han leído bien, Somalia convertido en un deposito de basura atómica a lo largo de sus 3.300 kilómetros de costa. Por otra parte, las aguas de la zona económica exclusiva somalí se han transformado en un centro de rapiña, saqueo y pesca incontrolada de los caladeros por parte de algunos paises del primer mundo. La inmoralidad de la inacción de Occidente frente a estos hechos es una injustica digna de mención, la realidad supera a veces cualquier aberración imaginaria.
Pasen y vean...
"Las aguas de Somalia albergan importantes cargamentos de residuos nucleares y deshechos tóxicos, almacenados a lo largo y ancho de sus más de 3.300 kilómetros de costa. Fue después del tsunami de 2004 que azotó a esta costa, cuando cientos de barriles con fugas empiezan a salir a la superficie y terminan en las playas. La gente de la zona empieza a enfermar: infecciones de las vías respiratorias, hemorragias intestinales, reacciones químicas extrañas en la piel y más de trescientas muertes repentinas que empiezan a causar alarma entre la población. Al cabo de un tiempo nacen bebés con malformaciones y enfermedades derivadas de las radiaciones. ¿Cómo había llegado aquella basura hasta allí?
Cuando se empiezan a aplicar las primeras leyes medioambientales, los países desarrollados se encuentran con el problema de cómo deshacerse de la gran cantidad de residuos tóxicos acumulados. La mirada se dirige en aquel momento a países azotados por las crisis políticas y empobrecidos. Somalia -al igual que otros de la zona- se convierte en una alternativa. Se trataba de una violación de convenios internacionales y algo hasta éticamente reprobable, pero el plan siguió adelante. Autoridades somalíes protestaron e hicieron llegar varios informes a la ONU y a la UE sobre lo que allí estaba ocurriendo y cómo afectaba a la población civil. No sólo no tuvieron efecto tales reclamaciones sino que los negocios de basura nuclear continuaron a gran escala. Sólo en 2001 llegaron a África seiscientas mil toneladas de deshechos nucleares. Las descargas de desperdicios tóxicos siguen teniendo lugar como recientemente declaró a Al-Jazeera, el enviado de la ONU a Somalia, Ahmedou Ould-Abdallah. El diplomático dijo que poseían informaciones fidedignas de que las corporaciones europeas al igual que las asiáticas, estaban descargando químicos tóxicos, incluso desperdicios nucleares en las costas de Somalia. Tengo que enfatizar sin embargo -apuntó-, que ningún gobierno ha endosado este acto y que empresas privadas e individuos son los responsables. Un último dato: almacenar residuos tóxicos en Europa cuesta alrededor de mil dólares la tonelada, hacerlo en un país africano, sólo 2,5 dólares.
Los mares de Somalia son ricos en todo tipo de pesca pero especialmente de marisco. Además posee una amplia costa que como consecuencia de sus continuas guerras civiles carece de vigilancia desde hace casi dos décadas. Esta falta de control ha permitido que países del primer mundo hayan puesto los ojos aquí después de haber esquilmado sus propios caladeros. El profesor de Historia del Pensamiento Político, José Carlos García Fajardo recuerda que la FAO alertó que el 80% de los caladeros mundiales estaban sobreexplotados y el 30% de las especies marinas se encontraban por debajo del límite biológico de seguridad. ?Por eso nuestras flotas europeas se fueron en busca de los ricos caladeros de África, Latinoamérica y Asia. En muchos países se sirvieron de gobernantes sin escrúpulos; de la falta de medios para defender la pesca en sus propias aguas; o de falsas empresas mixtas creadas para esquilmar sus riquezas, contratando mano de obra barata y haciendo que las gentes de la zona se consideren exiliados en sus propios mares?.
Enormes palangreros roban cada año cientos de millones de dólares en atún, camarón, langosta, gamba, etc. de la costa de Somalia, dejando sin sustento a miles de pescadores locales. ¿Países implicados? Según el analista político de origen somalí, Muhamed Abshir Waldo, los implicados son prácticamente todos los países del Sur de Europa, Francia, España, Grecia y Reino Unido. Aún no hay muchos nórdicos, pero la pesca noruega está también involucrada en este muy lucrativo negocio. A ello hay que añadir a los rusos, taiwaneses, filipinos, coreanos...¡Una costa gratis paratodos!.
Enormes palangreros roban cada año cientos de millones de dólares en atún, camarón, langosta, gamba, etc. de la costa de Somalia, dejando sin sustento a miles de pescadores locales. ¿Países implicados? Según el analista político de origen somalí, Muhamed Abshir Waldo, los implicados son prácticamente todos los países del Sur de Europa, Francia, España, Grecia y Reino Unido. Aún no hay muchos nórdicos, pero la pesca noruega está también involucrada en este muy lucrativo negocio. A ello hay que añadir a los rusos, taiwaneses, filipinos, coreanos...¡Una costa gratis paratodos!.
La expectativa de vida en Somalia es de apenas 45 años y una cuarta parte de los niños muere antes de cumplir los cinco. Un 50% de hombres y un 74% de mujeres son analfabetos. Las crisis económicas y los desastres naturales se suceden cada año. En estos momentos depende de la ayuda extranjera para su desarrollo. Sus yacimientos y riquezas minerales no se están explotando debido al caos reinante. El país se encuentra sin un gobierno que aglutine a los pequeños estados y facciones independientes en los que está dividido. La violencia azota a la población. Las guerras han desplazado ya a más de 300.000 personas y ha provocado cerca de 10.000 muertes sólo en 2008.
Mientras todo esto estaba ocurriendo, la comunidad internacional miraba hacia otro lado. Entonces, ¿por qué ahora los piratas somalíes se convierten en un problema de primera magnitud?" Los “otros” de Somalia. Mariló Hidalgo, Revista Fusión 08/05/2009
Mientras todo esto estaba ocurriendo, la comunidad internacional miraba hacia otro lado. Entonces, ¿por qué ahora los piratas somalíes se convierten en un problema de primera magnitud?" Los “otros” de Somalia. Mariló Hidalgo, Revista Fusión 08/05/2009
Los somalíes observan impotentes cómo sus mares se convierten en un gran vertedero nuclear que acumula miles de toneladas de residuos radiactivos abandonados por grandes cargueros. Somalia es un país que hace casi dos décadas carece de guardacostas, desde que las guerras civiles (inducidas por las grandes potencias) hicieron colapsar su sistema de gobierno. La injerencia de los países desarrollados promovió guerras civiles en gran parte de África en búsqueda de minerales lucrativos, fingiendo exportar “la democracia” o un “afán civilizador”.
Tan pronto como se fue el gobierno, en la costa de Somalia comenzaron a aparecer misteriosos barcos europeos descargando enormes barriles en el océano. La población costera comenzó a enfermar. Primero sufrieron erupciones extrañas, náuseas y aparecieron bebés malformados. Y después, el tsunami de 2005 hizo flotar cientos de barriles que las olas lavaron en las playas. La gente comenzó a sufrir enfermedades producidas por la radiación y murieron más de 300 personas.
Al mismo tiempo, otras naves europeas han estado saqueando la biodiversidad de sus mares, su alimentación. “Ya hemos destruido nuestros propios peces con la sobrexplotación y ahora hemos ido a capturar los suyos”, dijo la periodista Johann Hari. El valor de cada atún supera los 300 dólares. Los barcos rastreadores que pescan ilegalmente en los mares desprotegidos de Somalia han robado cientos de millones de dólares anuales de atún, camarón, langosta y otras formas de vida marina. Los pescadores locales perdieron repentinamente el sustento y ahora padecen hambre. Mohammed Hussein, pescador de la ciudad de Marka, le dijo a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no nos habrán dejado ningún pescado en nuestras aguas de costa”.
¿Esperan que los somalíes que mueren de hambre se instalen pasivamente en sus playas, revolcándose en nuestra basura nuclear y observen cómo les arrebatan sus pescados para comérselos en restaurantes de Londres, París y Roma?”, preguntó Hari. “No hemos actuado en esos crímenes pero cuando algunos de los pescadores respondieron interrumpiendo el tránsito del 20% del suministro de petróleo del mundo, comenzamos a chillar acerca del “mal”. Si queremos realmente ocuparnos de la piratería, necesitamos parar su causa original -nuestros crímenes- antes que enviar las cañoneras para desarraigar a los criminales de Somalia.
Tan pronto como se fue el gobierno, en la costa de Somalia comenzaron a aparecer misteriosos barcos europeos descargando enormes barriles en el océano. La población costera comenzó a enfermar. Primero sufrieron erupciones extrañas, náuseas y aparecieron bebés malformados. Y después, el tsunami de 2005 hizo flotar cientos de barriles que las olas lavaron en las playas. La gente comenzó a sufrir enfermedades producidas por la radiación y murieron más de 300 personas.
Al mismo tiempo, otras naves europeas han estado saqueando la biodiversidad de sus mares, su alimentación. “Ya hemos destruido nuestros propios peces con la sobrexplotación y ahora hemos ido a capturar los suyos”, dijo la periodista Johann Hari. El valor de cada atún supera los 300 dólares. Los barcos rastreadores que pescan ilegalmente en los mares desprotegidos de Somalia han robado cientos de millones de dólares anuales de atún, camarón, langosta y otras formas de vida marina. Los pescadores locales perdieron repentinamente el sustento y ahora padecen hambre. Mohammed Hussein, pescador de la ciudad de Marka, le dijo a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no nos habrán dejado ningún pescado en nuestras aguas de costa”.
¿Esperan que los somalíes que mueren de hambre se instalen pasivamente en sus playas, revolcándose en nuestra basura nuclear y observen cómo les arrebatan sus pescados para comérselos en restaurantes de Londres, París y Roma?”, preguntó Hari. “No hemos actuado en esos crímenes pero cuando algunos de los pescadores respondieron interrumpiendo el tránsito del 20% del suministro de petróleo del mundo, comenzamos a chillar acerca del “mal”. Si queremos realmente ocuparnos de la piratería, necesitamos parar su causa original -nuestros crímenes- antes que enviar las cañoneras para desarraigar a los criminales de Somalia.
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