jueves, 22 de julio de 2010

Regreso hacia delante -ensayo de poema-

Te miro y mi mente se vacía en ti.
Y es satisfactorio.
Nueva sensación.
Contemplación, diría que se llama.
Universo próximo e infinito.
Como el alma mortal, del caminante del vivir que somos.
Paisaje, entorno a mi casa de Urdaibai.
Acabo de hacer sesenta y tres años.
La última etapa de mi vida.
Cada nuevo periodo, se parece mas a mi adolescencia…

(Continuará)

Mikel Orrantia Diez - Tar
Urdaibai, 03-07-2010
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(siguiente y final)

Ensayo de poema en una tarde lluviosa de verano

En Urdaibai, desde mi ventana, 03, 06, 2010 – Mikel Orrantia Diez -Tar
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Mi mente se vacía en ti, mientras mi espíritu sigue persiguiendo un sueño alcanzable, que no veré, nunca, realizado.

Te miro y mi mente se vacía en ti.
Y es satisfactorio.
Nueva sensación.
Contemplación, diría que se llama.
Universo próximo e infinito.
Como el alma mortal, del caminante del vivir que somos.
Paisaje, entorno a mi casa de Urdaibai.
Acabo de hacer sesenta y tres años.
La última etapa de mi vida.
Se parece, cada nuevo periodo, mas a mi adolescencia…

Seria felicidad, moderada y fértil.
Rodeado del amor y el respeto de los míos.
Con amigos y colegas, y trabajo, estimulante.
(Y con ganas de cambios sustanciales en el quehacer cotidiano).
Intelectualmente vivo.
Anímicamente tranquilo.

Viva la esperanza en un mundo mejor.
(No solo para los que mas quiero, para todos).
Mientras gozo de la vida cotidiana, en un mundo capitalista e inhumano que aborrezco, por su gobierno despreciativo, tiránico, ineficiente y criminal de los seres humanos y recursos materiales.

¡Egoísta! ¡Insolidario! ¡Despilfarrador! ¡Vacuo! ¡Ininteligible!... ¡Que mundo este!

Ciegos voluntarios. Vasallos de deseos y temores.
Sus líderes y súbditos mas beneficiados o que aspiran a serlo, insensatos, actúan como si careciesen de la información sobre lo nocivo de lo que hacen.
(Tolerantes, ignorantes, imbéciles, manipulados, interesados, obnubilados… a ciencia cierta, en fes ignotas que embellecen ambiciones tantas veces inconfesables…).
Involucrados todos, de una u otra forma, en los tremendos despropósitos,
que definen esta época tremenda y desangrada. (Como otras antes y algunas mas después, seguramente).

¡Lo que daría por poderlo cambiar!
Por poder hacer con manos alfareras, conformado cual barro bíblico, otro mundo posible, alternativo a este. Que llevan con ellos, trozo a trozo, los corazones rebeldes e insumisos.

Un sueño utópico que merece la pena: ¡Rehacer el mundo, el concepto de riqueza! …Y prohibir eternamente el hambre, la incultura y la pobreza, la usurpación de la responsabilidad individual y la libertad de las personas y colectividades, y la organización de las gentes!
(…Sin repetir, los errores garrafales, criminales…)
¡Es tan fácil e imposible! Depende de nosotros, todos, los seres humanos, como y lo que somos y, como, quizá, pudiéramos ser…

Tengo un sueño, un ideal, una fe de incrédulo increyente…
Se llama convivialidad, generosidad, colaboración, responsabilidad, humanismo, libertad, fraternidad, confederación, armonía, solidaridad… Viejas ideas siempre nuevas e insumisas… ¡Y, esta tan lejos…! ¡y es tan fácil! Y tan imposible…
Bien que, desde luego, mucho mas alcanzable que el imbécil cielo de los creyentes en salvaciones y dioses eternos…

¡Pobres de nosotros! infelices felices productos perecederos con ansias de inmortalidad y de éxito mundano, sin pararse en mientes…

No lo lograremos, lo se: pero lo busco, y vivo en buena medida, también, por ello.

Nosotros, cada uno de los seres humanos, nosotros, todos, somos la inexpugnable muralla levantada a mano con nuestro incomprensible esfuerzo.

Así, parece ser: llevamos los insalvables obstáculos en nuestra cultura y manera de ser y hacer, en nuestros lugares comunes, hechos y temores… aceptados tal que verdades absolutas…

Pero, estoy seguro, y lo reafirmo así, aquí, otra vez: caminar hacia ese sueño, aunque solo sea, caminar con ese norte, ya merece la pena, vivir.

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