Salud. He leido con el mayor interés y mucha coincidencia este articulo. Por ello le traigo a mi blog y le comparto entre las ideas del debate sobre las salidas de la crisis que venimos apuntando.
Cordialmente, con mis mejores deseos de éxito para esta idea socialdemócrata española-europea.
(Las 'negritas' del articulo en cuestión son mias)
Agur.
Mikel-Tar
EL
FUTURO DEL PSOE ES EL PARTIDO SOCIALISTA DE EUROPA
Muchos
militantes socialistas reivindican con razón en estos días un debate congresual
más centrado en las ideas y en los proyectos que en las nomenclaturas. Resulta
difícil separar una cosa de la otra, porque cualquier idea que merezca la pena
exigirá de un equipo solvente para llevarla a cabo. No obstante, respetemos la
lógica de construir la casa fijando primero los cimientos.
La
idea que debe presidir el próximo Congreso del PSOE,
a mi modesto entender, es la idea del
Partido Socialista de Europa. Si algo hemos aprendido en los últimos años los
socialistas españoles es que contar con un Gobierno nacional y una amplia
mayoría en el Parlamento nacional no proporciona la influencia necesaria para
ejecutar un programa de políticas progresistas. Los objetivos del ideario socialista no pueden alcanzarse desde el
poder democrático de un solo Estado, sobre todo si ese Estado corresponde a una
economía de potencia media-baja como la española.
La
crisis económica ha venido acompañada de un grave aumento de las desigualdades
sociales y de un retroceso democrático muy significativo en el seno de Europa,
otrora referencia de progreso y desarrollo humano para el resto del mundo. La
causa de esta realidad hay que buscarla en la acción global de los grandes
poderes económicos y financieros, con la cobertura y complicidad de las fuerzas
políticas conservadoras.
Mientras
tanto, las fuerzas progresistas han
limitado su débil respuesta al ámbito impotente de los Estados nacionales. La
ausencia de un discurso y de una estrategia socialdemócrata transnacional está
facilitando la imposición de un recetario derechista en el combate a la crisis.
Y llama la atención la falta de una
respuesta común y contundente del socialismo europeo ante una dinámica,
liderada por el binomio conservador Merkel-Sarkozy, que alargará
inexorablemente la crisis y agravará sus peores efectos sobre el paro y los
retrocesos sociales.
Los
grandes ideales de la socialdemocracia europea están más vigentes que nunca,
porque nunca estuvieron tan amenazadas entre los europeos las más celebres
conquistas históricas de la libertad, la igualdad, la justicia social y la
democracia. Pero, a diferencia de los tiempos pasados, ya no basta con que los
socialistas alemanes, franceses, suecos o españoles combatamos cada cuál desde
nuestra trinchera para mantener y ampliar el territorio conquistado. O los
socialistas de Europa actuamos como un solo ejército, o perderemos
definitivamente esta guerra.
La
derecha europea impone este fin de semana su binomio mágico frente a la crisis:
austeridad y disciplina fiscal. Es la receta que conviene a los poderes
financieros, pero supone una condena cierta a la recesión económica, el paro y
la quiebra social para la mayoría de los europeos. Los socialdemócratas de
varios países, como Rubalcaba en España, han planteado alternativas: una
reducción flexible de los déficits públicos, compatible con planes de
reactivación económica y la consecución definitiva de un auténtico gobierno
económico para la Unión Europea, que impulse los eurobonos, que regule los
mercados financieros, que imponga un régimen fiscal común y progresivo
(incluyendo la tasa sobre las transacciones financieras), que ejecute un plan
agresivo de inversión pública para estimular la demanda agregada…
Las
ideas no faltan. Algunas surgen país a país, como el “nuevo contrato social
europeo” que proponen los sindicatos españoles. O el “plan de rescate social”
que plantean los socialistas franceses. O “la fiscalidad justa” que han
promovido los socialdemócratas alemanes en su reciente congreso. Otras ideas
llegan allende los mares, como ese “Pacto Nacional contra la Desigualdad” que
impulsa Obama en los Estados Unidos. Pero ni
aquellas iniciativas ni estas ideas llegarán a nada serio si no se plantean
desde un instrumento serio de poder democrático, como el Partido Socialista de
Europa.
Los grandes retos son de índole global, nuestros
adversarios también lo son, y las únicas herramientas útiles para afrontarlos
desde los principios de la izquierda han de trascender necesariamente las
fronteras nacionales.
En
consecuencia, el futuro del partido
socialista español pasa inevitablemente por el presente del partido socialista
de Europa. Aquí y en todos los rincones del continente.
Hagamos
de esta idea una bandera a blandir en el próximo Congreso del PSOE. Y hablemos
después de los nombres, porque habrá que hacerlo…
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