miércoles, 27 de mayo de 2009

POR LA LECTURA - SGAE: ¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!



Saludos cordiales, estimado lector.

Si vaya esta lanza rota por la defensa de un acceso mas libre y generalizado a la lectura. Que se habrán las bibliotecas sin más canones ni cobros que el valor de compra de cada libro.

Que en un modelo capitalista de mercado, de sociedad, como el que vivimos y morimos se vendan los libros y cobren los autores por escribirlos y otros agentes por hacernos llegar el placer (o no) de sus relatos e historias... Vaya. Que cada vez que leamos o escuchemos o veamos una pieza tengamos que pagar un canon a una sociedad dicha de autores (a la que pertenezco en mi modestia de escribidor desde mi pertenencia a la asociación de escritores de España casi en sus comienzos) me parece un despropósito: alguien lo esta pasando muy bien con el invento, y no parecen ser los mas desfavorecidos de entre los escritores.

¿Es esta una sociedad en la que cada vez se lee menos y sin embargo unos pocos selectos autores de mirada marketiniana se forran...? Tal parece.

El objetivo inicial de la Sociedad de autores: ¡una mutua de mutuo apoyo en defensa de los débiles...! me pareció solidario, interesante... incluso, porque en mi experiencia tropecé con un editor sin escrúpulos que se quedo con el producto de las ventas de mis libros sin rendir cuentas; también conocí de otros que se portaron espléndidamente.

La sociedad de autores habría podido poner orden y defensa de derechos legítimos, donde esta poniendo vigilancia, desasosiego, descontrol, gasto superfluo, despropósito y abuso... Volveremos sobre el tema.

Mikel Orrantia
Saludos hoy aquí al maestro Sanpedro, al que cedo la palabra ...

POR LA LECTURA

Escrito y firmado por José Luis Sampedro, escritor.


Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y
padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Allí descubrí a Dickens y a
Baroja, leí a Salgari y a Karl May. Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy
frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un
rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían
algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.
Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos:
algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una
joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que
proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en
reconocimiento a su labor en favor del libro. Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.


Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque: a) obtiene algo a cambio. b) es objeto de una sanción.


Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo?
¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura? Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo
como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo:
¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra. Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!




José Luis Sampedro


NOTA de Mikel Orrantia: transcribo las consignas sloganes que me han llegado junto con el escrito, aunque no son estrictamente de mi gusto las arenagas:

¿CUANDO ACABAREMOS CON EL ROBO DE UNA EMPRESA PRIVADA QUE FUNCIONA CON EL BENEPLÁCITO DEL GOBIERNO?: LAS SANGUIJUELAS ATACAN DE NUEVO...

Se pretende obligar
a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos
por cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores.

Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya millonarios se forran a cuenta nuestra. No consientas tamaño atentado contra la cultura y pasa este mensaje a todos tus amigos.



POR EL PLACER DE LA LECTURA:

La SGAE (Sociedad General de Autores) ataca de nuevo.


Si estás de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.

...Y POR FAVOR CON COPIA OCULTA (CCO), LA DIFUSIÓN DE UN MENSAJE NO INCLUYE LA DIFUSIÓN DE LAS DIRECCIONES DE CORREO DE TU FAMILIA Y AMIGOS, LO IMPORTANTE ES SOLO EL CONTENIDO.
GRACIAS

______________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario